Este mes de diciembre, la
Biblioteca del IES Muñoz-Torrero comienza con las recomendaciones de lectura
entre los libros de su catálogo.
En esta ocasión recomendamos el
álbum Al Sur, del pintor pacense Javier Fernández de Molina (1956).
Fernández de Molina inició su
formación en la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz, y luego, continuó en la
Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla. De él se
ha dicho que es un trabajador incansable, muy influenciado por la poesía de su
amigo Ángel Campos, y con un eje temático muy presente en su obra: El río
Guadiana en su niñez.
Su estilo es abstracto y
figurativo, con grandes influencias del arte rupestre, la pintura japonesa y
Pablo Picasso.
Ha sido galardonado en los Premios
de Cultura Gitana 2019 en la modalidad de Pintura y Artes Plásticas, por su
contribución y reivindicación del pueblo gitano (destacar, entre otras cosas,
que diseñó las portadas de importantes discos de Camarón de la Isla, pues eran
amigos) cuya celebración tuvo lugar en el Museo del Prado.
Su obra puede encontrarse en el
Museo Nacional de Arte Reina Sofía y en el Museo Extremeño Iberoamericano de
Arte, entre otras salas. Sus pinturas han recibido numerosos elogios por parte
de poetas, críticos y otros artistas. Actualmente es profesor en la Escuela de
Arte y Superior de Diseño de Mérida.
Sabemos, además, de la profunda
admiración que le profesa nuestro compañero docente y amigo José Antonio
Hermosa Calvo de Mora, que nos regaló hace poco la primera charla-taller de
nuestro proyecto REBEX de este curso, titulada: “El libro-objeto: De lector a
espectador”.
Al Sur es un álbum que recoge las pinturas de los paisajes más
notables de la provincia de Badajoz que Fernández de Molina visitó durante un
viaje de descubrimiento e inspiración que realizó en compañía de su amigo el
escritor Justo Vila, en 2003. El libro viene cuajado de hipnóticas imágenes que
nacieron en el estudio del pintor después de que estos paisajes quedaran
grabados en su retina. Así, el trabajo se distribuye en distintas secciones,
como La leyenda del agua, Elogio del horizonte, La montaña mágica, La luz que desnuda…
La colección de láminas viene
acompañada de pequeños relatos de Justo Vila, que documentó, a modo de crónica,
las impresiones que ambos viajeros experimentaron durante su andadura.
Quería destacar y añadir en esta reseña
la lámina que Fernández de Molina hizo de nuestro Castillo de Almorchón,
embelleciéndolo en extremo y dándole una atmósfera perfectamente romántica y
envolvente para los sentidos.
Aprovecho esta publicación para
reivindicar la colección pictórica con la que contamos en Cabeza del Buey,
concretamente, en los pasillos de la Universidad Popular, el centro cultural
Vicente Serrano Naharro y el Ayuntamiento de la localidad, donde se exhiben
cerca de 90 obras de una decena de notables pintores españoles del siglo XX
como Rafael Seco, Antonio Villatoro, el extremeño Enrique Jiménez Carrero, y mi
favorito, Manuel Castro Gil, uno de los mejores grabadores y aguafuertistas del
siglo pasado. Dicha donación se la debemos al caputbovense Paco Conde Prado,
antiguo Jefe de Exposiciones y Actividades de la Real Casa de la Moneda.
Nosotros debemos, como ciudadanos, y
también, como docentes, disfrutar y poner en valor el rico patrimonio que
atesoramos, y saber acercárselo a nuestros alumnos.
Nazaret Serrano Simancas